Pensiones Universitarias I

El proceso parte, generalmente, cuando el alumno, con una absurda sonrisa en su cara producto de que fue aceptado en una buena universidad, y si no fuera el caso, la sonrisa está ahí de todas maneras (esperanzas, excitación, miedo, una mezcla de todo, qué sé yo...). Si se viene de una familia relativamente preocupada, la familia (a veces en pleno) se dedica a ayudar al futuro profesional a buscar el lugar donde vivir. La mamá quiere que el lugar en el que su regalón(a) van a vivir sea limpio y ordenado, cerca de la universidad, en un barrio bueno y en fin, tomando todas las precauciones necesarias para que su retoño(a) esté cómodo(a). Por su parte el papá quiere que el lugar sea lo más ... barato posible.
Luego comienza la parte logística del asunto, esta etapa parte comprando diario (para ver los avisos económicos), yendo cybercafés a ver lo mismo que está en el diario, en fin a recopilar información. Se fija un precio y de ahí hacia abajo (hablando de precios) se procede al fastidioso algoritmo destacar-anotar-llamar-por-teléfono. Al comienzo la tarea es excitante, pero depués de marcar los primeros 20 números y hablar con las primeras 20 "señoras María". Porque todas las dueñas de pensión de llaman María (o alguna de sus variantes:María Angélica, María Leonor, María Rebeca, María Teresa, etc.) y todos en la casa les dicen "Mariíta" aunque la señora en cuestión es más amarga que comerse una nuez apolillada.


Cuando después de recorrer la mitad de la ciudad buscando un lugar apropiado (y después de diversas situaciones (el papá se amurra porque quiere almorzar, la mamá anda con una cara de dos metros porque hoy ha caminado más que en los tres meses anteriores, el resto de los familiares tiene calor o frío o están aburridos, nadie se atreve a manejar de subida por una cuesta terrible para llegar a una pensión que es buena en el papel, etc.), damos finalmente con "LA PENSION", el lugar en que tendrá lugar nuestra aventura -única en la vida- de ser mechón.

Después de dejarte acomodado en este nuevo lugar para vivir y después de darse 1.000 vueltas finalmente (después de todo tus viejos te quieren, aunque si les dices "viejos" muy probablemente te deshereden), se van y ahí estas tu todavía procesando el brusco cambio de vida. Todo el ambiente al que estabas acostumbrado simplemente desapareció.
Como todo estudiante estas corto de plata, pero aún así decides no quedarte e

(continuará ....)
Este relato lo he armado a partir de una amplia mezcla de ideas, historias, relatos y conversaciones de muchos de mis conocidos. Ninguno de los nombres ni lugares que aquí aparecen son completamente reales. Si se siente identificado, comente este blog.
Atte.
Cristian Segura.