LIMPIANDO EL BAÑO ... FILOSOFICAMENTE
Considerando que, después de bastante tiempo, no lo hago, no me queda más remedio que limpiar el baño, he decidido buscar argumentos firmes y razonables que justifiquen imbuirme en tan desagradable empresa.
Apelando al Método Cartesiano y, más específicamente, a su moral provisional, lo primero que debo considerar, es tener el suficiente “DOMINIO DE MI MISMO” como para no salir huyendo del departamento, con rumbo desconocido, a sobornar a alguien para que haga el trabajo que legalmente le corresponde a mi persona. Una vez que, estocaicamente he dominado el instinto de conservación inicial, hay que tener la “FIRMEZA Y DECISION” para comenzar la labor y, desde luego, terminarla. En este punto me encuentro preparado para aplicar, en toda su gloria el conocido método postescolástico, ahora denominado cartesiano, según el cual:
Primero: No voy a aceptar por cierta ninguna cosa que no sepa con seguridad que lo es, es decir no voy a dejar de pasar cloro por la tina hasta que no me asegure de que cualquier resto desagradable fué total y completamente erradicado, de este modo no me quedará duda (ni al que ingrese posteriormente al baño), de que vive alguien decente en este recinto.
Segundo: Voy a dividir cada una de la tarea total en tantas otras como sea posible para su correcta ejecución, algunas de ellas son: limpiar y desinfectar la tina, limpiar y desinfectar el lavatorio y es “excusado”, limpiar el techo antes de que lleguen a vivir los pitufos en él y, finalmente pero no menos asqueroso, limpiar el piso.
Tercero: El orden en que desarrollaré las tareas será el óptimo para que no quede DUDA RAZONABLE de la limpieza de mi baño.
Finalmente, no me queda más que comenzar la tarea y considerar que, después de todo, cualquier cosa que encuentre en el piso o la tina o en la tasa, no pertenece mas que a mi propia persona, es decir viene desde mi SER(casi un argumento ontológico), por lo que a priori no podría ser dañino para mí, o no?
BIBLIOGRAFIA
R. Descartes, “El Discurso del Método”, págs. 87-105, Ed. Bruguera, Barcelona-España 1980, 5ta. Ed.
PROXIMA EDICION
Kant Limpia la cocina...
1 comment:
Creo que nunca había escrito un artículo tan ocioso como ése ...
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